Durante demasiado tiempo se ha descuidado el reino del mundo interior en aras de un reino del mundo material. Ahora es el momento de que eso cambie.
El mundo interior es un reino estratificado, que comienza con el yo.
Debajo del yo están tus consejeros sutiles: tu mente, tu intelecto y tu naturaleza. Los pensamientos son las semillas de la realidad. Tu mente te ayuda a convertir los pensamientos en vibraciones, palabras y acciones. Tu intelecto te ayuda a elegir los tipos de pensamientos que vas a sembrar y te ayuda a tomar decisiones. Tu naturaleza está formada por tus actitudes, emociones y hábitos.
Debajo de tus consejeros sutiles están tus consejeros físicos: tus sentidos de la vista ('visual'), del oído ('auditivo'), del tacto ('táctil'), del gusto ('gustativo') y del olfato ('olfativo').
¿Alguna vez te has despertado por la mañana y has abierto las cortinas para ver el tiempo que hacía fuera? He descubierto que el sentido de la vista es el primer sentido que utilizo para tomar decisiones, lo que tiene sentido teniendo en cuenta que el intelecto también se conoce como el "tercer ojo".
Hay tres sentidos menos conocidos: el sentido del equilibrio en términos de la orientación en el espacio ('vestibular'), el sentido del cuerpo interno en términos del estado fisiológico ('interocepción') y el sentido de los músculos y las articulaciones en términos de ubicación y movimiento en el espacio ('propiocepción').
Antes de despertar por completo, ¿alguna vez has experimentado un momento en el que no sabes exactamente dónde estás, mientras tu mundo interior se ajusta después de salir de un sueño profundo? He descubierto que una sensación de equilibrio espiritual es la primera señal del despertar espiritual.
Debajo de tus consejeros físicos están los elementos de la naturaleza. Hay muchos elementos, pero los cinco básicos son agua, fuego, tierra, éter y aire: las peculiaridades de la naturaleza.
Así que este es tu reino interior.
¿Es usted un soberano benévolo o impone impuestos muy altos a sus súbditos? Sabrá que sus impuestos son demasiado altos si recibe quejas en forma de sentimientos negativos, confusión, dudas o malestar.
Un soberano sabio comprenderá que la solución debe estar en el mismo lugar que el problema, es decir, en el interior, y no más allá del reino, en otros ámbitos de personas o situaciones. Pero no pasa nada si descubres que tu tendencia es buscar causas y soluciones en el exterior, porque es un viaje de vida el regreso a la soberanía personal. Es un viaje que comienza con el primer paso de reconocer que hay un nuevo camino disponible para ti. Después es un proceso de aprendizaje para encontrar el equilibrio adecuado, un equilibrio sano en el que nada tiene poder ni influencia sobre ti y, sin embargo, eres capaz de mantener tu posición en el centro de todo.
“Donde va la atención, fluye la energía. Donde fluye la energía, crece la vida”.
Si quieres cultivar un jardín del paraíso en tu mundo interior, debes cultivarlo y no esperar a que suceda. Ese crecimiento comienza prestando atención a lo que sucede en nuestro interior. Si no somos benévolos con nuestro mundo interior y continuamos buscando causas en el exterior o, por el contrario, continuamos culpándonos y degradándonos, en un reino desolado solo crecerán espinas y malas hierbas.
No es fácil centrar nuestra atención en nuestro interior, en nosotros mismos. Puede ser un punto de partida aterrador, sobre todo si tendemos a culparnos a nosotros mismos, como yo. Para cambiar el flujo de atención hacia el yo de una manera que nos ayude a nutrirnos, es necesario inyectarle nueva energía, que debe ser pura y limpia, sin juicios ni motivos. Sólo bastará la energía de la más alta calidad. Debe provenir de la Fuente espiritual de energía pura. La bondad existe. Dios existe. Es allí a donde nos dirigimos para volver a nuestro yo auténtico. Él nos coloca de nuevo en nuestro trono de soberanía personal.
Se dice que debemos beber agua a una temperatura similar a la de nuestros órganos internos para purificar y prevenir enfermedades en el cuerpo. De manera similar, debemos purificar la energía espiritual del ser con el "agua" espiritual de la Fuente, el Océano del Conocimiento. Esa "agua" espiritual es conocer la verdad sobre nuestro reino interior y comprender cómo convertirnos en un soberano benévolo de nuestro mundo interior. Cuando contemplo la verdad espiritual de mi mundo interior, mi mente se llena de energía elevada que luego puedo usar para crear vibraciones, palabras y acciones llenas de autenticidad. Me hace sentir satisfecho, completo y naturalmente presente en el momento.
Si todavía te preguntas qué significa espíritu y yo espiritual, es simplemente esa parte de tu reino que es sutil y no física, el yo y los consejeros sutiles, como se mencionó anteriormente. Considera esto detenidamente y sabrás que es verdad.
Con gratitud
Gabriela D.P.
Coach de Salud Holística
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